Los daños producidos en la piel por el tabaco pueden revertirse en cierta medida si la persona deja de fumar y se cuida su piel. "Hay cremas tópicas con ácido retinoico, retinol y ácido glicólico que facilitan la renovación de las capas de la piel. Y si está muy gruesa, cremas con ácido salicílico", recomienda Christina Schepers, dermatóloga de la Clínica Planas, en Barcelona.
También recomienda los serum con vitamina C porque aportan luminosidad. Para Francisco José Gómez García, dermatólogo del Hospital de Montilla, de Córdoba, el mejor tratamiento es la prevención. "Algunas sustancias, fundamentalmente los retinoides, pueden ayudar en el tratamiento".
Otras formas de cuidarse, según Schepers, son evitar la exposición solar, responsable del envejecimiento prematuro, y tener una buena alimentación. La alimentación, sobre todo en los momentos en que se produce la renovación de la piel, debe ser rica en vegetales y proteínas, para regenerar, y antioxidantes, para eliminar los radicales libres.
También podría ayudar un peeling químico, que renueva las capas de la piel, o una terapia lumínica de baja intensidad. "Se estimula la microcirculación y el metabolismo celular, con lo que volvería la coloración sonrosada y la iluminación, y se normalizaría el engrosamiento", opina Schepers.